domingo, 20 de abril de 2014

DESDE ALTAR SONORA

Federico Campbell Peña ALTAR SONORA 17 de abril.- Tres migrantes tzotziles, provenientes de Chiapas, dos mujeres y un varón, menores todos de 18 años, rezan con fervor en la iglesia de este pueblo ubicado entre Caborca y Santa Ana. Piden ante Jesucristo y la Virgen de Guadalupe que nos los dejen solos, porque en unos días, intentarán cruzar por el desierto a Arizona. Su destino final es Tampa Florida. Afuera del templo, sentados, tres guatemaltecos narran su peregrinaje. Eduardo regresó con dólares a Guatemala a ver a su familia y ahora pretende reingresar. "Cuando tengo dinero, no está la familia y la extraño, cuando estoy con ella, no tengo dólares y vuelvo acá a intentar cruzar", dice a sus escasos 22 años. Como todos y todas, arribaron en La Bestia a Caborca. Después, a pie hasta Altar, porque los camiones la gran mayoría, no los suben dado "su mal olor", tras semanas de no ducharse. Los excluyen y discriminan y aun así, arriban a Altar a buscar su enganche, su conecte. Ya en Altar estarán casi todos, enganchados, organizados, amarrados por traficantes de personas. Otros, llegan solos sin contactos y son víctimas de cualquier levantón, de secuestro, de extorsión. "Somos de Tuxtla Gutiérrez", dicen otros dos, pero son de Guatemala, otros de Honduras. Como la mayoría de los que llegan a Altar. Incluso, una caseta con cabinas ofrece llamadas a Guatemala a menor precio. Otro negocio contiguo, vende mochilas, pantalones, gorras y zapatos para la travesía por el desierto. El "kit", el paquete con todo, para el cruce. EL PADRE PRISCILIANO Prisciliano Pedraza es sacerdote diocesano. Porta sombrero de vaquero. Anda por todos sitios en su troca Chevrolet. Coordina el Centro de Apoyo al Migrante. Ofrece albergue, ropa, medicinas, y comidas gratuitas a las 10 y a las 17 horas a los migrantes que lleguen. Además de los centroamericanos, muchos provienen de Chiapas, Guerrero, estado de México, Oaxaca, indígenas la gran mayoría. "Los de Puebla son más orgullosos, porque como son albañiles especializados, son mano de obra calificada, no quieren que se les trate igual". Todos y todas van a Tucson Arizona y desde allí a California, Florida, Illinois, las Carolinas, a todos los estados prácticamente de Estados Unidos. Las monjas les dan de comer y curan sus ampollas, sus pies con llagas. Si están muy mal de salud pueden quedarse todo el tiempo necesario hasta que retomen fuerzas. Al mismo tiempo, un motel también en Altar guarda a unos 50 centroamericanos y mexicanos para desplazarlos hasta el Sásabe y cruzarlos hacia Arizona. Los sensores y la alta tecnología del muro virtual del ICE- DHS por la noche, son capaces de detectarlos con rayos infrarrojos, pero bajo el sol incandescente de las 2 pm, la cosa puede cambiar, en favor de los migrantes. El eclipse del lunes 14 de abril fue aprovechado porque la luna se oscureció tres horas y dejó de lanzar luz sobre la frontera, momento único para atravesarla a pie. Si llegan a sobrevivir los tres días de caminata, arribarán a la carretera en Tucson, donde una camioneta de su contacto los recogerá hasta llevarlos a una casa segura. Posteriormente, los irán soltando, previo cobro de cuota (una de tantas) a sus familiares, para enviárselos a su destinos en autobús de línea. En tanto, el padre Prisciliano, amigo de Alejandro Solalinde, organiza el "vía crucis del migrante" de este Viernes Santo, por las calles altareñas, marcado por cruces en los postes de luz, para recordar a los migrantes fallecidos en la travesía. Su albergue lo preside una bandera azul, que en el desierto significa pozo de agua. En el mapa que enseña, la estrella roja, por el contrario, indica muerte segura, ya sea a causa de la deshidratación o por animales peligrosos: serpiente coralillo, cascabel, todo tipo de alacranes, tarántulas, arañas venenosas. Prisciliano estuvo recientemente en los dos Nogales con los obispos católicos de EU, entre ellos el de Boston, para pedir por una "reforma migratoria que humanice, un buen trato para el hermano y hermana migrante". Ofició misa con ellos. Oraron por quienes cruzan y mueren en el intento. "Tenemos una frontera muy porosa, pero aunque pongan más bardas de 80, 90 metros, haremos escaleras de 80, 90 metros para cruzarlas, o por debajo, esto no se va a detener", dice el sacerdote. NO HUBO "MOSHADA" "No hubo moshada para el alto mando, y el ejército encontró una casa con más de cien migrantes y los deportó hace menos de dos meses a sus sitios de origen", se dice en Altar. "Los descubrió y los deportó" en un operativo SEDENA-INAMI. A la par, policías estatales mantienen retenes en las carreteras, como el que está entre Hermosillo y Santa Ana, donde se revisan los autobuses de pasajeros, carros particulares y todos los trailers de carga, que ahora sí, pueden ingresar a Estados Unidos como lo estipula el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El tráfico de mariguana y cocaína a EU se organiza aparte, pero continúa. En Altar no conviene la legalización de la mariguana dentro de Estados Unidos porque terminaría el negocio. "En el DF no afecta, pero si se legaliza la yerba en el vecino país, la economía de aquí se cae", suelta otro altareño viendo hacia los cactus de espinas prolongadas, en esta tierra café que conquistaran los franciscanos y el padre Eusebio Kino en el siglo XVIII.

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