Se pretende que la extensión de la vigilancia en la frontera combata a las pandillas y narcotraficantes. ARCHIVO
No podrán hacer detenciones, su labor se limita a alertar a las corporaciones civiles de actividades sospechosas
La nueva extensión permitirá que las unidades policiales y militares estén en la seguridad de la frontera hasta el 30 de diciembre próximo
DALLAS, EU (08/SEP/2011).- Por 90 días más se extendió la misión de vigilancia de mil 200 soldados de la Guardia Nacional de Estados Unidos en la frontera con México.
Esta es la segunda vez que el Departamento de Defensa autoriza prolongar por tres meses la misión de vigilancia castrense, que inicialmente estaba programada para concluir el 30 de junio pasado y cuya primera extensión de 90 días vencerá el próximo 30 de septiembre.
Legisladores y gobernadores como Jan Brewer, de Arizona, y Rick Perry, de Texas, habían pedido a Obama mantener la presencia de la Guardia Nacional en la frontera suroeste y algunos incluso han demandado incrementar el número de soldados asignados a la misión.
La nueva extensión permitirá que la Guardia Nacional se mantenga colaborando en la seguridad de la frontera hasta el 30 de diciembre próximo, informó el teniente coronel Robert Ditchey, vocero de la Oficina del Secretario de Defensa.
El despliegue de la Guardia Nacional fue ordenado por el mandatario estadunidense en mayo de 2010, en respuesta a la presión ejercida por los gobernadores y legisladores fronterizos que exigían una mayor vigilancia en el área.
Obama dispuso el envío de mil 200 soldados y las primeras tropas llegaron a California en agosto de 2010. Un mes después, 524 militares comenzaron a ser desplegados a lo largo de la frontera de Arizona con México, 82 más en Nuevo México y 286 en Texas.
Actualmente, a lo largo de los tres mil 200 kilómetros de frontera con México están desplegados unos mil 200 soldados, 560 de los cuales se concentran en el área de Arizona, considerado el principal corredor para el contrabando de drogas y de indocumentados.
Antes de iniciar su misión, los soldados recibieron semanas de entrenamiento para desempeñar su función, consistente en vigilar áreas apartadas ubicadas entre los puertos de entrada, con el fin de apoyar la labor de la Patrulla Fronteriza en la zona.
Los efectivos de la Guardia Nacional participan armados en la misión, pero sólo están autorizados a disparar en defensa propia.
Los militares no pueden hacer detenciones y su labor se limita a alertar a las corporaciones civiles de actividades sospechosas a lo largo de la frontera.
La misión que realizan es similar a la Operación Jump Start, ordenada en mayo de 2006 por el entonces presidente George W. Bush.
El despliegue militar tenía entonces el propósito de reforzar la seguridad ante una ola de inmigración indocumentada y un creciente tráfico de drogas, a fin de dar tiempo para reclutar y entrenar a unos seis mil nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza.
La actual misión ha variado, ante la prioridad de que los soldados colaboren en el combate a las pandillas y a organizaciones mexicanas de narcotraficantes.
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