jueves, 26 de junio de 2014
jueves 26 a un año de la aprobación de la reforma migratoria en Senado EU
Washington - El Senado quiere que la Administración Obama deje en claro que los niños migrantes detenidos en la frontera sur no recibirán ningún alivio migratorio y que ponga fin al incesante flujo de indocumentados en la zona.
Así lo indica una resolución negociada anoche por líderes del Senado, incluyendo al republicano por Florida, Marco Rubio, y cuyo texto fue adelantado este jueves a La Opinión.
El documento, que será votado cuando reúna suficientes copatrocinadores, indica que la Administración Obama tiene parte de culpa y responsabilidad en la evolución de la crisis humanitaria en la frontera sur, tras crear la percepción, mediante declaraciones y acciones ejecutivas desde 2010, de que los niños recibirían ayuda para quedarse en EEUU.
Por lo tanto, ahora el gobierno de Washington tiene que tomar una "acción inmediata" para mitigar la crisis.
En concreto, la resolución pide que Obama:
Declare públicamente que no habrá programa de "Acción Diferida" (DACA) para los niños indocumentados no acompañados.
Desaliente públicamente la emigración ilegal hacia EEUU de niños de Centroamérica y otros países.
Comience a hacer cumplir "plenamente" las leyes de inmigración.
Garantice que los estados fronterizos afectados por el flujo de niños migrantes tengan los recursos para responder a la crisis y asegurar que los niños reciban un trato "humano".
Trabaje con los gobiernos de México y Centroamérica para mejorar la seguridad regional, en particular en la frontera sur de México.
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El documento reconoce, además, que el gobierno de EEUU tiene la obligación de dar abrigo humanitario a niños que son víctimas de crímenes, son refugiados o asilados, o son elegibles para algún alivio migratorio.
Por otra parte, y aunque no menciona la palabra "deportación", el documento subraya que estos niños no podrán recibir beneficios bajo el "DACA", puesto en marcha en agosto de 2012 pero que solo aplica a niños y jóvenes que ya estaban en el país antes de 2007 y que reúnen una larga lista de requisitos.
Una crisis nacional
El documento destaca que la llegada de los niños migrantes se ha concentrado en el sector del Valle del Río Grande en Texas pero está teniendo un efecto multiplicador en todo EEUU, y ha minado la capacidad de las autoridades policiales de proteger al país de "amenazas criminales y de seguridad nacional".
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Ante la crisis humanitaria que provoca el incremento de niños centroamericanos que viajan solos a Estados Unidos, la primera dama de Honduras, Ana García de Hernández viajó a Texas para conocer de cerca la situación de los pequeños connacionales detenidos en albergues.
La esposa del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se reunirá con autoridades migratorias y visitará albergues donde se encuentran los niños hondureños y tratará de buscar a sus padres.
"Vamos a visitar cinco estaciones (de la Patrulla Fronteriza), y luego hacer un recorrido por la franja fronteriza, por donde están entrando los menores. Queremos conocer de primera mano, poder conversar con algunos de ellos", dijo la primera dama a los medios en McAllen, ciudad texana próxima a la frontera con México.
Aseguró que los menores de edad son de distintos países centroamericanos, aunque hay "muchos hondureños".
El gobierno de Estados Unidos enfrenta una crisis humanitaria ante la creciente llegada de niños que viajan al país sin ningún acompañante. Los menores son canalizados a distitntos albergues que han visto rebasada su capacidad.
La primera dama se comprometió a trabajar "de la mano" con los consulados hondureños en el sur de EEUU para conocer los procesos legales de cada uno de los menores y tratar de buscar una solución.
Las autoridades de Tegucigalpa calculan que unos 13,000 menores hondureños están detenidos en Estados Unidos, país al que viajaron en busca de sus padres.
La primera dama viajó a McAllen acompañada de la subsecretaria de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, Diana Valladares; la subsecretaria de Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización, Karla Cueva, y la directora de Infancia, Adolescencia y Familia, Lolis Salas.
Franja fronteriza
También forman parte del grupo de trabajo la fiscal de la Niñez, Nora Urbina, y personal de la Embajada de Honduras en Washington.
La esposa del presidente de Honduras tiene previsto una reunión con el alcalde de McAllen, Jim Darling.
García de Hernández visitará más tarde la oficina central de la patrulla fronteriza del sector Río Grande Valley y después acudirá, junto a su comitiva, a la estación de migración ubicada en el puente internacional de Hidalgo y en la estación de la agencia federal en Weslaco, Texas.
Su agenda incluye también una visita a las patrullas fronterizas de Harlingen, Fort Brown y Brownsville, donde hay menores hondureños no acompañados, así como la franja fronteriza en Anzalduas.
El viernes visitará las garitas de inspección en Falfurrias y Sarita y hará un corto recorrido por la zona del desierto.
El sábado tiene previsto acudir a las instalaciones de la patrulla fronteriza de McAllen y realizar una visita a la base de la Fuerza Aérea LackCland, en San Antonio, Texas.
Las autoridades de Tegucigalpa abogan por la reunificación con sus padres de los menores que viajaron solos a Estados Unidos y por que a los progenitores que viven bajo el Estatus de Protección Temporal se les conceda la residencia permanente en EEUU.
El presidente de Honduras promueve una campaña que pide a los padres de familia, tanto a los que viven en el país como en EEUU, que no permitan que sus hijos viajen solos hacia el norte por el grave peligro al que se exponen, incluso en el caso de los adultos.
El vicepresidente de EEUU, Joseph Biden, abordó la semana pasada la problemática de los niños inmigrantes centroamericanos con los presidentes de Guatemala, Otto Pérez Molina, y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.
El número de menores que entraron solos a EEUU superó los 52,000 en los últimos nueve meses y se espera que rocen los 100,000 para finales de 2014.
Con información de EFE
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