A Barack Obama le demandamos:
Regularizar el carácter migratorio de los indocumentados
Cumplir su obligación de brindar trato humanitario a los migrantes
Congruencia con su propio discurso contra Trump
Carta Abierta
Ciudad de México., a 10 de diciembre de 2016
Sr. Barack Obama
Presidente de Estados Unidos de Norte América
Presente.
Durante la campaña electoral pasada para la Presidencia de su país, usted hizo
señalamientos contundentes sobre el peligro que representaría para EU y para el
mundo, el que Donald Trump arribara a la Casa Blanca. El discurso que usted
desarrolló para promover a la candidata demócrata Hillary Clinton y advertir la
amenaza que encarnaba el republicano se acreditaba porque éste no cesó de
exhibir su talante supremacista y su propensión ofensiva particularmente en
contra de los migrantes.
El clima de miedo que se generó en México y en otras partes del mundo
ante los posibles escenarios que se podrían vivir como resultado de la elección
dio condiciones favorables para desplegar un activismo inédito en el exterior de
EU con el ánimo de contribuir a dificultar las aspiraciones de Trump.
En México, muchos ciudadanos y ciudadanas independientes y
Organizaciones no Gubernamentales (ONG) –algunas de ellas promovidas por
fundaciones norteamericanas demócratas– hicieron campañas en México
pidiendo a quienes tuvieran en EU familiares o amigos con ciudadanía
norteamericana, les llamaran para pedirles que votaran por Hillary Clinton.
Argumentaban que esta era una forma de solidaridad con los migrantes a los que
Trump estaba insultando y amenazando con su deportación por no tener papeles
migratorios.
Muchos ciudadanos norteamericanos se convencieron de que la amenaza
de Trump es mayúscula, otros consideraron que Hillary representaba una
amenaza mayor. Pero de lo que hoy no hay duda es que quien muy pronto estará
en condiciones de arremeter contra los migrantes que se encuentran en EU es
Donald Trump; y usted señor Obama, al igual que todos, es plenamente
consciente de ello.
En EU, en México y seguramente en otras partes del mundo hay sectores
y organizaciones sociales que están pensando en formas de colaborar para
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proteger a los migrantes que se encuentran en EU, algunas de ellas tienen ya una
actividad permanente en esta dirección y habrán de seguir desarrollando las
acciones que les permitan afrontar las agresiones anunciadas.
Todos y todas, desde el lugar en que nos encontremos, podremos hacer
algo para oponernos a la crisis humanitaria que sabidamente preparan Trump y su
equipo, pero solamente usted, señor Obama, como presidente de ese país, tiene la
facultad unipersonal para impedir jurídicamente que el peligroso Trump se
ensañe en contra de la población más vulnerable de ese país, que es la de los
indocumentados.
La orden ejecutiva mediante la cual usted les otorgó permiso para
continuar viviendo en EU a los Dreamers, puede ser revocada por el siguiente
presidente. Por eso, ellos y todos los migrantes deben ser protegidos por una
figura jurídica que no sea revocable y que regularice su situación migratoria.
El beneficio que le estamos solicitando se encuadra perfectamente dentro
de la obligación que tienen los Estados de brindar trato humanitario a los
migrantes, la cual está prevista en los tratados internacionales en los que se
encuentran reconocidos los derechos humanos de los migrantes.
No es un secreto que su administración deportó a México a 2 millones
800 mil migrantes y que medio millón de ciudadanos norteamericanos sufren el
desplazamiento forzado a México debido a que sus padres mexicanos fueron
deportados, pero es posible que usted quiera ser recordado no por esto, sino por
una acción que –frente al riesgo que representa Trump, como usted mismo lo
advirtió durante la campaña– proteja del desamparo jurídico a la población
indocumentada.
Al igual que nosotros, usted sabe la catástrofe humanitaria a la que
estarán expuestos los indocumentados; si usted no hace lo conducente para
impedir que continúen en la extrema desprotección jurídica en que se encuentran,
usted será cómplice de lo que les ocurra.
Si un día antes de dejar la Presidencia, Bill Clinton pudo otorgar el
perdón al financista de Wall Street, Marc Rich condenado por múltiple
defraudación fiscal; y si muchos otros delincuentes, incluyendo terroristas, han
sido perdonados ¿por qué usted no podría otorgarles algo semejante a quienes
NO SON DELINCUENTES, no han cometido delito alguno, sino que sólo
incurrieron en una falta administrativa? Si se puede lo más se puede lo menos.
Se trata de voluntad y de congruencia con su propio discurso político.
El próximo jueves 12 de enero a las 5 de la tarde acudiremos a la
Embajada norteamericana en la ciudad de México a recibir formalmente su
respuesta.
Atentamente ENVIAR FIRMAS A verduzco.car@gmail.com
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