jueves, 25 de febrero de 2016
aguas con TRUMP
-Como la elite republicana ha ignorado el auge de Donald Trump Por Emily Flitter y Luciana Lopez WASHINGTON, 2 mar (Reuters) - Una tarde del pasado mes de junio algunos de los donantes más ricos del Partido Republicano se reunieron para una fiesta en un exclusivo hotel en Deer Valley, en el estado de Utah, un retiro de tres días auspiciado por el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney. Recién habían escuchado de seis posibles precandidatos presidenciales. Tom Duncan, el CEO del fabricante de herramientas Positec Tool Corp., conversaba con algunos asistentes sobre un dueto soñado para asegurar la Casa Blanca en noviembre del 2016: el gobernador de Wiconsin Scott Walker con el senador de Florida Marco Rubio como su compañero de fórmula. Duncan, por su parte, mencionó al gobernador de Ohio John Kasich, pero también pensó en la ex presidenta ejecutiva de Hewlett-Packard Carly Fiorina. Nadie habló de Donald Trump, pese a que durante meses estuvo enviando señales de que planeaba postularse. Cuatro días después, el magnate inmobiliario de Nueva York anunció su precandidatura y en pocas semanas era líder en los sondeos, eclipsando a todos sus rivales republicanos. La historia del auge de Trump ha sido contada día tras día en televisión y en las redes sociales, pero las conversaciones a puerta cerrada entre miembros de la elite republicana durante el periodo no han sido muy documentadas. Muchas de las charlas tienen una cosa en común: Una terca negativa a tomar en serio a Trump, pese a que sus seguidores repletaban estadios para escucharlo, dominaba la cobertura mediática de las elecciones y los sondeos mostraban un alto respaldo entre jóvenes, viejos, hombres y mujeres. Encuentros como los de Deer Valley con la elite del partido se repetirán una y otra vez en todo el país en los próximos meses. Buena parte de la dirigencia republicana piensa que Trump eventualmente se autodestruirá o que los estadounidenses perderán la paciencia con su grandilocuencia, su andanada de insultos y la falta de políticas sólidas para respaldar su promesa de "hacer que Estados Unidos vuelva a ser grandioso". Pero hasta ahora se han equivocado. Trump ganó en la mayoría de los estados que el martes celebraron elecciones para escoger al candidato del partido, acelerando su marcha hacia la nominación presidencial republicana. Los donantes republicanos, estrategas y operadores de campaña entrevistados por Reuters admitieron que habían juzgado mal a los votantes, que han dado su respaldo a Trump después de que el magnate convertido en político prometió que construirá un muro en la frontera con México, prohibirá temporalmente el ingreso de musulmanes a Estados Unidos y bloqueará a los refugiados sirios porque podrían ser activistas. La portavoz de Trump, Hope Hicks, se abstuvo de hacer comentarios para esta nota. Duncan, el CEO de Positec, dijo que las conversaciones que tuvo con representantes de tres campañas electorales en noviembre y diciembre apenas tocaron a Trump. "Quedaba mucho tiempo" de campaña, dijo. "Honestamente pensaba que se derrumbaría". Ahora, ya no queda mucho tiempo y la elite del partido sólo puede mirar hacia atrás las primeras señales de advertencia que ignoró. Una fue en enero del 2015 en la cumbre Iowa Freedom Summit, un encuentro republicano para echar un vistazo a las "esperanzas" del partido para ser el próximo jefe de la Casa Blanca, un evento que marca el inicio no oficial de la carrera presidencial del 2016. La asistencia creció después de que los organizadores agregaron el nombre de Trump en la agenda. "Cuando anunciamos a Donald Trump, el evento cobró vida propia", dijo David Bossie, presidente del grupo conservador Citizens United y organizador del encuentro. "No creo que sea posible para nadie en los grupos dominantes o para los medios o en el plantea Tierra, a menos que uno esté coma, no haberse dado cuenta del ascenso de Donald Trump como líder republicano a la nominación presidencial".
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